Una izquierda hueca, larga y muy cerca de las rocas.

La historia de la ola es esta: hace algunos años los pescadores locales empezaron a identificar el surfers como los catalizadores para los grandes swells. Mientras los surfers parecían disfrutar de ellos, estos mares grandes dificultaban el trabajo de los pescadores y lo hacían más difícil y arriesgado. Cuando un viejo malecón de madera entre Point Panic y Cabo Blanco se destruyó por el mar, los pescadores quisieron construir uno nuevo, justo en la zona del take-off de la ola de Cabo Blanco.

Geográficamente era el peor lugar para construir un malecón, con las olas más grandes en el punto rocoso, y poco espacio para trabajar en la tierra debido a las colinas y al pueblo detrás. Pero la intención era matar la ola y mantener a los surfers lejos.

Al final los surfers peruanos frustraron semejante plan absurdo. En cambio, el nuevo malecón, construido sólidamente de hormigón, se construyó ciento cincuenta metros al norte, cortando solo la sección final de la izquierda de Cabo Blanco.

Cuando los swells del norte llegan a Cabo Blanco de noviembre a marzo, las series más grandes rompen peligrosamente encima del extremo del malecón que se construyó demasiado bajo y demasiado corto. En medio de un swell sólido sólo unos pescadores valientes se arriesgan a descargar lo que pescan en el malecón, solo durante las calmas. Ellos siempre lo hacen en los botes pequeños con alguien en el extremo, examinando el mar para evitar las series grandes.

Hoy día los pescadores parecen haber madurado y aceptan a los surfers como la fuerza constante y creciente que son desde finales de primavera al principio del verano. Los surfers son amistosos y relajados, y ellos también gastan el dinero en el pueblo que por otra parte tiene necesidad de dólares turísticos.

Los primeros swells del norte normalmente llegan algún día de noviembre y son los mejores en Cabo Blanco, cuando la arena que cubre el arrecife está al máximo y la ola es un barril perfecto.

Cada swell nuevo quita más arena exponiendo más del arrecife rocoso debajo, cuando más o menos una docena de swells han ido y venido, se termina la temporada en Cabo Blanco la ola pierde la forma y rompe demasiado en seco. Sólo entonces los localses cambian su atención a otros spots clásicos de olas huecas en el área que empieza a funcionar en enero y febrero una vez su arena se ha lavado bien.

Cabo Blanco I

Cabo Blanco II